Inteligencia emocional: la clave de la gestión emocional
¿Quién nos ha enseñado gestión emocional? ¿Alguien ha tenido una asignatura con este nombre? ¿Cómo tomamos decisiones en situaciones difíciles?
Seguro que más de una vez has experimentado emociones que no sabías cómo manejar, intensas y muy dolorosas. También es probable que te hayas visto en situaciones desconcertantes de las que solo has querido escapar. En estos momentos si hay algo que nos puede devolver el control, frente a las tentaciones e impulsos, es la gestión emocional inteligente.
Una gestión emocional que, en muchos casos es la llave que abre las puertas del éxito, facilitando que tomemos decisiones acertadas.
Así, tomar consciencia de nuestras emociones y aprender a gestionarlas nos concede una enorme ventaja adaptativa en la sociedad actual.
Aprender a vivir con nuestras emociones:
Entender el universo emocional particular es una tarea sin límite de mejora. La realidad es que nos enfrentamos a multitud de experiencias en diferentes momentos y a las que reaccionamos de forma diferente. De esta manera, aprender a conocernos y a entender qué sentimos en cada momento puede ayudarnos a dar una respuesta adaptada.
Gestionar estados emocionales de valencia negativa no es tarea sencilla, pueden estar presentes diferentes síntomas físicos, como dolores de cabeza, sudoración, golpes de calor, dolores gastrointestinales, que dificulten la gestión emocional. En estas circunstancias destacan los pensamientos que nos atormentan, asociados a emociones como la culpa, miedo, o la frustración.
Gestionar nuestras emociones es fundamental para nuestro desarrollo y tiene una gran repercusión en nuestra autoestima y forma de relacionarnos con el entorno y con los demás.
Algunas estrategias útiles en el marco de la gestión emocional son:
Toma consciencia de quién eres, qué quieres, hacia dónde estás dando los pasos en tu vida. Esto te ayudará a conocer tus debilidades y tus fortalezas. Son estas últimas las que cobran un gran sentido pues al potenciarlas podremos obtener un mayor equilibrio ante las dificultades.
Aprende de la experiencia. Cada vez que sufras una caída en tu camino plantéate para qué estás viviendo esas circunstancias.
Dedícate a lo que te apasiona. Descubre cuál es tu propósito pues te dará la energía para moverte en dirección a lo que sueñas y será más fácil reponerte ante cualquier fracaso.
Trabaja en tu resiliencia. La resiliencia se aprende conforme nos vamos enfrentando a las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. Se puede desarrollar pues se trata de un conjunto de habilidades que nos harán sobreponernos cada vez más rápido ante la adversidad.
Inteligencia emocional, la clave de la gestión emocional
La inteligencia emocional influye en nuestro futuro personal, en nuestro éxito, marcando puntos de apoyo tan importantes como las relaciones sociales. La inteligencia emocional destaca como una competencia propia de las personas con buena autogestión personal.
Las personas que cuentan con una buena inteligencia emocional están mejor adaptadas al ecosistema en el que se desenvuelven, estando a su vez mejor preparadas para los cambios y los desafíos que estos puedan suponer. Hablamos de un mayor autocontrol, pero también, por ejemplo, de una mejor gestión del miedo que puede inspirar la incertidumbre.
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