La importancia de la comunicación en la pareja


Toda relación, ya sea de amistad, laboral, o de pareja requiere comunicar intenciones y deseos al tiempo que se interpretan los de la otra persona, de manera que ambos estén satisfechos con lo acordado y con cómo se desarrolla la relación.

 A través de la comunicación la pareja define lo que es la relación y también determina aquello que quedará fuera de la misma, es decir la definen. No solamente los acuerdos explícitos se derivan de los mensajes compartidos, sino también las dinámicas y conductas más sutiles como quién es encargado de asear determinada área, quién marca por teléfono a quién, cómo, quien, y con qué frecuencia toma la iniciativa para tener intimidad por mencionar algunas y que muchas veces terminan por ser reglas tácitas, que ambos saben de manera inconsciente pero que respetan. 

En resumen, la comunicación define el contenido explícito, pero también lo propio de la relación, su dinámica y reglas y límites. No es de sorprenderse que cuando este proceso tiene dificultades la relación también se tambalea.

Los seres humanos siempre nos comunicamos, es imposible no hacerlo, ya sea a través de lo que decimos, lo que hacemos, nuestro lenguaje no verbal, e incluso lo que no decimos u omitimos transmite un mensaje.

 Una parte de los problemas de la pareja deriva de los que se dice, y quizá la más significativa surja de lo que no se ha dicho. Ejemplos son los problemas a la hora de acordar los papeles de dominio-poder que cada miembro tiene dentro de la relación, la forma en que se acepta el expresar el afecto negativo y positivo de manera verbal y no verbal, y las formas en que  cada miembro construye y valida su identidad, valor, autoestima y aceptación.

Las parejas con altos niveles de satisfacción en su relación tienden a usar un estilo de comunicación emocional y afectivamente positivo; usan atenciones y gratificaciones para hacer cumplidos y comunicar su satisfacción al compañero. Además, evitan usar confrontaciones, críticas, insultos o amenazas. 

Por otra parte, hay que tomar en cuenta que cada persona tiene un estilo propio para comunicarse y que éstos estilos a menudo están condicionados por roles sociales asignados a cada género, o a el cómo deberían expresar su afectos e inconformidades cada uno, hombre o mujer. En general en las mujeres existe mayor apertura a preguntar y a decir las cosas por iniciativa, mientras que los hombres son más reservados y se guardan las cosas hasta que se les pregunta. 

Los problemas de comunicación podrían clasificarse como problemas en el estilo de comunicación, o bien problemas psicológicos que se manifiestan a través de la comunicación. Los primeros se refieren a vicios o hábitos que no contribuyen al intercambio de ideas como: no escuchar, hablar demasiado, interrumpir, darle vuelas a las cosas, evitar hablar de temas incómodos, etc. Mientas que los segundos pueden identificarse con reportes como: "me resulta difícil expresar mis emociones", "temo pedir lo que deseo", "mi pareja no toma en serio mis preocupaciones", o "me hace callar elevando su voz".

Tratar este tipo de problemas requiere el involucramiento y compromiso de ambas partes. El primer paso es identificar que se tiene un problema y las razones por las que un cambio es necesario. La atención debe ser brindada por un terapeuta especialista en relaciones de pareja.

¡Llámanos, YA NO estás solo! Línea de atención 24 hrs. Maayán Hajaim 55 5292-5131


Díaz-Morfa, J. (2003). Prevención de los conflictos de pareja. Editorial Desclée de Brouwer: Henao, Bilbao.


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