Conflicto entre hermanos.
Recordemos que la importancia de la familia radica en ser el lugar donde nos construimos como personas y nos prepara para afrontar el mundo externo, por ello es el escenario donde se viven los primeros conflictos.
Ante esto hablaremos de los problemas que se viven entre los hermanos, este tipo de relación se da entre iguales que buscaran tener la atención y el cariño de parte de los padres, lo que significa que es natural que haya rivalidades por esto y que les cueste compartir su rol, afectos y privilegios.
Pero se tienen que reflexionar que en realidad los conflictos no son negativos, más bien es la oportunidad de las arreglar las diferencias que se pudiera tener al buscar lo mismo. Por ello ante una problemática entre hermanos nosotros recomendamos tener cuenta los siguientes aspectos:
1. Poner el foco en la situación actual
2. Proponer opciones de solución entre todos...
3. Practicar la escucha activa, es decir realmente escuchar al otro
4. Siempre tener un ambiente de respeto donde se puedan expresar sus sentimientos
5. Ser empático donde se dé la oportunidad de ponernos en el lugar de la otra persona.
Y ya teniendo los puntos anteriores y siguiendo con la reflexión ¿recuerdas el origen de los problemas?, ¿vale la pena seguir enojados o estar distanciados con tus hermanos? O incluso estas esperando a que el otro sea el que tenga la iniciativa a arreglar los diferencias ¿Qué pasaría si tú tomas la iniciativa?
Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier. Vivían uno al frente del otro en dos casas de una hermosa campiña.
Por problemas pequeños, que al acumularse sin resolverse se fueron haciendo grandes con el tiempo, los hermanos dejaron de hablarse. Incluso evitaban cruzarse en el camino.
Cierto día llegó a la casa de Tomás un carpintero y le preguntó si tendría trabajo para él. Tomás le contestó:
—¿Ve usted esa madera que está cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado ayer. Mi hermano Javier vive en frente y, a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca muy alta que me evite la vista de la casa de mi hermano.
Tomás se fue al pueblo y no regresó sino hasta bien entrada la noche.
Cuál no sería su sorpresa al llegar a su casa, cuando, en vez de una cerca, encontró que el carpintero había construido un hermoso puente que unía las dos partes de la campiña.
Sin poder hablar, de pronto vio en frente suyo a su hermano, que en ese momento estaba atravesando el puente con una sonrisa:
— Tomás, hermano mío, no puedo creer que hayas construido este puente, habiendo sido yo el que te ofendió. Vengo a pedirte perdón. Los dos hermanos se abrazaron.
Cuando Tomás se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo:
—Buen hombre, ¿cuánto te debo? ¿Por qué no te quedas?
—No, gracias —contestó el carpintero—. ¡Tengo muchos puentes que construir!
Cuidar de tus relaciones familiares también es cuidar de tu por salud emocional
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