Puedes cambiar de pareja, pero nunca podrás cambiar a tu pareja.

¿Te gustaría que tu pareja cambiara? 

¿Que fuera más atenta, más razonable y costara mucho menos llegar a acuerdos con él o con ella? No eres el único.

 Porque si hay un deseo soterrado en muchos de nosotros es que el ser amado tuviera menos aristas, menos manías y una cuota menor de idiosincrasias. Esas que, a veces, nos llevan de cabeza en el día a día.

Todos tenemos defectos y más de una particularidad. Sin embargo, aún hay quien anhela encontrar a la pareja perfecta. Alguien que satisfaga uno por uno todos sus criterios de lo que es el compañero o compañera ideal.

 Es más, no falta quien inicia una relación dando por sentado que puede cambiar esos matices que no le terminan de agradar de la otra persona.  Al fin y al cabo, “si me quiere, hará esto por mí”, se dicen a sí mismos. 

Porque esas banderas rojas que se advierten casi a la primera irán limándose con el tiempo argumentan en sus adentros, porque “el amor todo lo puede”….

 Sin embargo, el tiempo pasa y lo que no termina de gustar del otro, no solo persiste, sino que se intensifica hasta hacer la convivencia imposible.

Tengámoslo claro. Nadie puede obligarnos a cambiar, ni nosotros podemos exigírselo a nadie. Cada cual tiene su recorrido, sus matices y singularidades. Todos somos seres imperfectos intentando aceptar la particularidad ajena para poder convivir.

Las solicitudes de cambio son una constante en una relación de pareja. A veces pueden ser lógicas y necesarias para el bienestar de la relación, pero la mayoría de las veces resultan contraproducentes. 

Siempre habrá aspectos que podamos trabajar entre los dos para generar un cambio que revierta en la mejora de la relación.

No puedes cambiar a tu pareja, pero hay aspectos que sí puedes solicitarle

A la hora de convivir en pareja, todos hemos hecho más de un ajuste para que esa relación funcione los cambios, en buena parte de los casos, sí son necesarios y aportan ese nutriente con el que el lazo crece y se fortalece.

 Sin embargo, hay solicitudes de cambio que no son razonables. Hay demandas del todo imposibles, además de dañinas. Porque quién exige a la pareja ser de otro modo, lo que está haciendo en realidad es invalidarlo como persona. 

Hay solicitudes de cambio que, en realidad, actúan como formas de control y de manipulación hacia la pareja.

Por lo tanto, es importante tomar en cuenta algunos aspectos que nunca podrás cambiar en el ser amado.

La casualidad, el destino o nuestras propias decisiones hacen que en un momento dado encontremos a alguien. Alguien que nos cautiva y a quien le abrimos las puertas del corazón. Esa persona de la que nos enamoramos arrastra consigo no solo su propia personalidad, también una mochila repleta hasta arriba de particularidades y singularidades.

No podemos quitarle nada de lo que lleva tras de sí. Amar supone querer a alguien en su totalidad, con sus luces y sus sombras. No a pedazos, ni exigiendo con qué debe quedarse y qué debe dejar atrás. No puedes cambiar a tu pareja. Los aspectos que son inamovibles son los siguientes:

Su pasado. Todos somos el resultado de nuestras propias historias, vivencias, relaciones pasadas, instantes felices y algún trauma. Nada de eso puede borrarse.

No podemos cambiar la personalidad del ser amado. Introvertido, extrovertido, altamente sensible, terco, ambicioso, tímido, sociable, neurótico… Quien no acepta la forma de ser de la pareja, es que no la ama.

No puedes cambiar sus valores. Su sentido del humor. Sus aficiones.  No puedes cambiar su círculo social, sus amistades, sus raíces. Tampoco puedes imponerle que cambie sus metas, sus propósitos vitales.

Asimismo, tampoco puedes exigirle que cambie sus opiniones, sus creencias, su estilo de vestir, sus gustos en cualquier área.

Si nuestra pareja presenta rasgos de personalidad y de comportamiento que no nos agrada, solo tenemos dos opciones. Aceptarlo o dejar esa relación.

Para esto si requieres apoyo en Maayán Hajaim podemos ayudarte llama al 5552925131.


Comentarios

Entradas populares