Síndrome del nido vacío

 


           

Una de las etapas evolutiva de la vida es la que se conoce como “etapa del nido vacío”, y si nos apegamos a su definición es la etapa que corresponde a cuando los hijos/as se van de casa.

Es una etapa que tanto los ambos padres o tutores sienten cuando los hijos toman su camino y abandonan el hogar parental.

Desde el punto de vista clínico no se le considera un diagnóstico, sino como el fenómeno que los padres experimentan de tristeza y pérdida cuando el último hijo se va de casa.

Ambos padres, a pesar de en su labor educativa buscan y animan a los hijos a ser independientes y autónomos, la experiencia de dejarlos ir puede ser dolorosa dado que de repente ya no recibirán los cuidados de uno y otro, ya no son una compañía constante.

Los padres se preguntan y cuestionan acerca de que tan seguros están y a su vez de si sabrán cuidarse a sí mismos, preguntas que se hacen en lugar de adaptarse a esta nueva y difícil etapa de sus vidas.

Para muchos padres, afortunadamente no para todos, enfrentan una sensación de pérdida profunda que los hace vulnerables a la depresión, alcoholismo, crisis de identidad y posibles conflictos maritales.

En la realidad estudios recientes señalan que esta es una etapa que puede ofrecer otro tipo de beneficios a los padres tales como: el reencuentro de la pareja, mejoras en la calidad de la relación y reavivar aquellos intereses que ambos tenían y por el hecho de vivir la función de padres no tenían el tiempo ni los recursos para vivirlos.

Sugerencias para enfrentar el síndrome del nido vacío:

1.- Aceptar el momento:

Evitar comparaciones entre las actividades o los horarios de los hijos, en su lugar es importante concentrarse en lo que se puede hacer en lo propio, en la pareja, y si es posible ayudar al hijo a tener éxito.

2.- Mantenerse en contacto:

El mantener contacto con el hijo a pesar de no vivir en la misma casa o cuando están dentro de ella a través de contactos regulares por medio de correos electrónicos, mensajes de texto, videollamadas y más.

3.- Buscar apoyo:

Compartir los sentimientos con seres queridos o amigos cuyos hijos se han ido, más si se sienten deprimidos consúltanos.

4.- Ser positivo/a:

Es pensar que puedes dedicar más tiempo a tu pareja o a intereses personales tales como: deporte, escritura y otros.

No se puede evitar el síndrome del nido vacío y para ello las personas deben de prepararse para vivirlo de una manera normal y feliz de ver a los hijos crecer como personas, más en el caso de que lo requieras estamos para ayudarte y apoyarte.

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