¿Queremos regresar a la “normalidad”?
Ya deseamos todos regresar a nuestra normalidad, más, ¿no será que la normalidad era el problema?
Era una situación en la cual, ya no
estábamos para nosotros mismos ni para los demás, ni siquiera para el mundo que
se iba desgastando poco a poco.
Corríamos a lograr cosas que creíamos
importantes dejando de lado lo importante: la familia, nuestra salud física y
emocional.
La situación nos ha obligado a pasar
más tiempo con ellos; más tiempo para innovar una nueva reflexión acerca de
nuestra vida.
.¿Lo lograremos?
Ahora poco a poco iremos regresando a
una nueva normalidad, es esperado, que algunas personas sintamos ansiedad e
incertidumbre por lo que viene, ya que el cambiar la rutina crea estrés, al
igual que entrar en confinamiento nos produjo malestar también lo es al salir.
Expertos nos proporcionan algunos consejos para poder afrontar esta situación.
· Estar conscientes de la situación actual real, sin ser
alarmistas, conociendo las características de la situación a la que nos
enfrentamos.
· Mantener la mente abierta al cambio con dosis de creatividad y
curiosidad por aprender cosas y habilidades distintas para una nueva realidad.
· Ser flexibles ya que siendo rígidos de pensamiento no nos
permite avanzar.
· Ser optimistas, quedarnos con lo positivo de la situación
· Ser inteligentes emocionalmente, manejar nuestras emociones y
ser empáticos con los que nos rodean.
· Fomentar el sentido del humor, así ayudamos a aliviar la
atención y a no dramatizar.
· Fomentar el apoyo a quien lo necesita.
· Reflexionar sobre los valores que se adapten a la nueva
realidad.
· Aprender a sostener la incertidumbre, planear un futuro
inmediato pero viviendo el presente. El aquí y el ahora nos va a permitir
adaptarnos mejor a los cambios, soltar el control de lo que no depende de
nosotros y cultivar nuestros soportes internos.
· Reflexionar sobre lo que seguiremos haciendo, lo que hemos
aprendido en el confinamiento y en la vida que nos permita adaptarnos a la
nueva realidad, que aspectos queremos conservar en el presente y que queremos
eliminar.
· Fortalecer la resiliencia aprendiendo de los problemas y salir
fortalecidos.
· Aceptar la realidad como viene, no intentar adivinar el
futuro.
· Buscar alternativas nuevas, ser conscientes que existen
muchas, no descartar nada.
· Concentrarnos en lo que si podemos controlar.
· Desaprender lo aprendido que ya no nos sirve, cuestionarlo
todo.
· Hacer ejercicio para liberar tensiones, así como una vida
saludable comiendo y durmiendo bien.
· Preocuparse por lo qué hay que preocuparse.
· Poner la imaginación bajo control.
· Meditar, hablar con amigos, rodearte de gente querida ayuda a
superar la incertidumbre y la ansiedad.
· Elige los cambios, no esperes que sean impuestos.
· Aplanar la curva del estrés.
Así como nos enfrentamos a la
situación que nos sorprendió con el coronavirus debemos enfrentarnos a las
consecuencias en todos los ámbitos fortaleciéndonos mentalmente y físicamente.
“No es la especie más fuerte la que
sobrevive, sino la que mejor responde al cambio”. Darwin
Sary Shamosh
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