Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo: cuando la perfección es la única opción
Es común en nuestro lenguaje cotidiano,
describir a las personas perfeccionistas que ponen mucha dedicación y son persistentes para
alcanzar sus metas; son muy ordenadas y rectas como “personas obsesivas” u
“obsesivas-compulsivas”; más sin embargo podemos estar confundiendo y
trivializando dos trastornos totalmente diferentes: el Trastorno
obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
(TPOC). El primero, (TOC), se caracteriza por obsesiones, pensamientos e
imágenes intrusivas las cuales causan angustia, junto a compulsiones
consistentes en la ejecución de conductas repetitivas, con la finalidad de
disminuir dicha angustia. Mientras que el segundo, está caracterizado por ocho
rasgos de personalidad: preocupación por los detalles, perfeccionismo, devoción
excesiva al trabajo y a la productividad, escrupulosidad exacerbada,
inhabilidad para deshacerse de objetos innecesarios, incapacidad para delegar
tareas, avaricia, rigidez y necedad.
El TPOC es un trastorno de la
personalidad (TP), es decir una manifestación extrema de ciertos rasgos de
personalidad que afectan la manera en la que el individuo piensa, percibe y se
comporta y que interfieren con las actividades cotidianas de la persona que lo
padece, conduciéndola al malestar y discapacidad en algunas áreas de su vida.
Los TP se han relacionada con una menor calidad de vida y una mortalidad
prematura.
Probablemente el paciente con TPOC sea el
más renuente a pedir ayuda aún a sabiendas de que su forma de actuar le conduce
a problemas, esto debido a que en la mayoría de sociedades los altos
estándares, la auto-exigencia y la búsqueda del éxito son comúnmente vistos
como rasgos positivos o deseables para la superación del sujeto, ocasionando
una demora en la búsqueda de atención.
Quien padece TPOC se ve a sí mismo como
una persona sumamente responsable y competente, y a los demás como
irresponsables, incompetentes y autocomplacientes. El razonamiento subyacente
es que “sólo él sabe cuál es la manera correcta de hacer las cosas” y cuidando
los detalles importantes. A menudo se refieren a sí mismos como
perfeccionistas, calculadores, controladores, critican y castigan a los demás
por hacer o no sus deberes.
Una de las dificultades más comunes entre
quienes padecen TPOC es auto-imponerse estándares o metas tan altas que se
vuelven irreales de alcanzar y al fallar, aunque sea en lo más mínimo, se
juzgan bajo criterios igualmente estrictos que causan malestar, el cual a su
vez, es aliviado al persistir en metas irreales y medios para alcanzarlas muy
estrictos y rígidos.
El TPOC desgasta emocional y físicamente
a quien lo padece, además de afectar su calidad de vida y relaciones
interpersonales y profesionales. Si tú o algún conocido tiene dificultades que
sientan que superan sus habilidades ¡llámanos, nosotros podemos ayudarte!
Línea de apoyo gratuita las 24 horas,
llámanos 5292-5131.
Fuente: Diedrich, et al., 2015. CurrentPsychiatryReports. 17(2).
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