Empatía y Familia
Ser una persona empática, es aquella que
posee la habilidad de comprender tanto lo bueno como lo malo tanto de otra
persona como de sí mismo.
Partiendo de
esta premisa, los hijos aprenden de sus
padres:
1.-
A ser sociables.
2.-Abiertos y empáticos con padres,
hermanos, compañeros y amigos.
Lo cual significa que, el niño aprende
desde la empatía enseñada desde sus padres a ostentar una educación social,
para que luego desarrolle la misma con amigos y con aquellos que se encuentren
en su vida diaria.
Situación de aprendizaje al que todos estamos
expuestos y con ello, el niño aprende
desde la temprana infancia con sus padres o cuidadores y maestros, la capacidad
empática de interpretar los sentimientos propios y de los demás y con ello pueda actuar en
consecuencia a la vivencia.
Los padres juegan un papel vital para este
aprendizaje, dado que los niños no presentan la misma facilidad para entender y
percibir lo que otro siente. Esta
habilidad debe de ser fomentada desde muy pequeños incluso si sus reacciones
son desproporcionadas y con ello estimulan una comunicación abierta dentro de
la familia fomentando una comunicación abierta y fluida.
Comprender las reacciones de los hijos
tales como enojo, mentiras o rabietas no están ni bien ni mal, sino entender
que es una manifestación de lo que sienten y expresan ante una problemática
dada. Si como padres se comprende esto, se le ayuda al hijo a entender que hay
maneras de expresarse y que existen consecuencias de sus actos y que…, el dolor
es difícil de evitarse.
Una manera de educar este proceso, el cual
es lento y lleva su tiempo, es la de enseñarles a compartir y dar, por ejemplo
el regalar algo propio…Poco a poco, el niño aprenderá a sentir empatía por el
hermano, por el amigo y a superar el
egocentrismo propio del niño pequeño.
Si te es difícil la enseñanza de la empatía
dentro de tu familia, estamos para apoyarte, llamanos…
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