Saber tomar decisiones





Cada mañana, al despertar muchas personas la inician con: ¿me levanto o me quedo 10 minutos más?, ¿qué me pongo?,  y más…

Ha sido comprobado, que una persona en promedio toma 35.000 decisiones diarias y unos 200 juicios en relación a la comida. ¿Qué hacer?, ¿Qué me pongo?, ¿Le gustará…o no?, ¿Acepto o no la propuesta?... y más. Para muchos, el decidir ¿qué hacer?  desgasta su energía y requiere de un descanso mental-emocional y de un sostenimiento adecuado.

Para cuidar tanto la salud física como la mental, es importante que la persona conozca sus límites y administre sus recursos internos con la finalidad de poder tomar decisiones menos emocionales.
Para ello, Melody Wilding, profesional en conducta humana ha descubierto un sistema al que llama “HALT” y sugiere que para no tomar decisiones emocionales se requiere:

1.- Hacer una pausa:
Plantea que a una gran mayoría de personas se les dificulta el reconocer sus límites; en su lugar se activan, manteniéndose ocupados y se niegan la necesidad de recuperación, sin percatarse que la fatiga en sí, desactiva la capacidad de autocontrol.
Señala que, para conseguir tomar adecuadas decisiones se debe de optar por encontrar momentos para establecer pausas regulares durante el día. A su vez darse cuenta y preguntarse si se está hambriento, enojado, solitario o cansado.

2.- Planificar comidas, juegos, contactos sociales ayuda a que no se tomen decisiones emocionales.

3.- Evitar y estar conscientes, que cuando se está enojado es sano no tomar ninguna decisión, dado que el llevarlo a cabo puede aconsejar que éstas sean más negativas que positivas.
En las manos de cada quién, esta la posibilidad de evitar la toma de decisiones emocionales, que a corto o largo plazo son ineficientes.

En caso de no saber cómo lograrlo, Maayan Hajaim te apoya, llámanos…

Fuente: Quartz, Boletín de Pysociencia

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