Miedo al cambio
¿Si
no tuvieras miedo, que te atreverías a hacer?
Tomate
unos minutos para responder y visualizar todas las metas o sueños posibles.
Todas las imágenes que pasaron por tu mente en verdad son sorprendentes!!!, para
poder lograrlos faltaría pasar a la acción, es decir toca hacer algunos cambios
en nuestros hábitos haciendo cosas que en otro momento no nos atreveríamos.
Cabe
señalar que el estar cambiando continuamente es algo que hacemos desde que
nacemos, un ejemplo interesante es cuando aprendemos a caminar ello implica una
transición de pasar de los brazos de nuestra madre, al gateo y finalmente dar
nuestros primeros pasos, estas pequeñas acciones conllevaran un poco de dolor
ante las caídas que se susciten aunque en esta etapa cada vez que caigamos nos
volvemos a levantar. En este mismo sentido Güerre, L. y Ogando, P. (2014) señalan que en esta etapa
es donde aparecen por primera vez los miedos que deben verse como programados
genéticamente y con alto valor adaptativo.
Lo
asombroso es que en la edad adulta esta misma capacidad de sobreponerse ante
las caídas o adversidades se ve disminuida ya que tiene una mayor conciencia de
su realidad apareciendo el miedo aprendido que se adquiere de experiencias
pasadas a partir de patrones asignados psicosocioculturalmente,
de ahí que experimenten diversos tipos de miedo. En el caso de los hombres les
causa temor el que puedan ser motivo de burla: el fracaso personal, el
desamparar a su familia e hijos, así como la escasez de agua en el futuro y la
contaminación del ambiente. En las mujeres, la delincuencia, la soledad, el no
ser buena madre y la posibilidad de morir son motivos de miedo. (Valdez, M.;
López, R.; Torres, A.; Piña, M.; González A. y Maya, M., 2010)
Cuando
se avecina un cambio y surge el miedo es completamente normal, ya que por sí
mismo la palabra denota una acción o transición de
un estado inicial a otro diferente, según se refiera a un individuo, objeto o
situación. Es
comprensible tener miedo ya que nos enfrentaría ante situaciones que están
fuera de nuestro control como:
1)
No saber cómo manejar situaciones nuevas o diferentes.
2) Poder provocar algún tipo de pérdida, ya sea física, moral, emocional, etc.
3) Poder equivocarnos y ser criticados por los demás y/o por nosotros mismos.
2) Poder provocar algún tipo de pérdida, ya sea física, moral, emocional, etc.
3) Poder equivocarnos y ser criticados por los demás y/o por nosotros mismos.
4) La falta de control de lo
que sentimos. Esto generalmente nos angustia y aparecen pensamientos
catastrofistas conjuntamente con una creencia limitante como lo es el “no puedo
o No soy capaz”
Para
hacer frente al temor que sentimos ante constantes cambios que se presentan en
nuestra vida diaria es importante aprender nuevas herramientas o habilidades que
implicará salirse de nuestra zona de confort; así lo señala Víctor Frankl: “Cuando
no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos en el desafío de
cambiarnos a nosotros mismos”.
Para
ayudarte en este proceso aquí te dejo algunas recomendaciones que te serán de
gran ayuda:
o
Reconocer nuestros miedos o preocupaciones para analizarlos
y descartarlos o para resolverlos.
o
Recurrir a nuestras habilidades y fortalezas para
examinar los posibles obstáculos y solucionarlos.
o
Tener presente que siempre podemos aprender y siempre podemos
progresar.
o
Tomate un tiempo para fortalecer tu autoestima, eso
generará que tú te sientas más seguro y capaz, eso hará que
el cambio lo veamos como un reto o una motivación positiva.
Para que
logres cumplir tus sueños Maayan hajaim puede acompañarte,
llámanos y te orientamos.
Referencia
bibliográfica:
Frankl, V. (1946). El hombre en busca de sentido. Ed.
Herder
Güerre, L.yOgando, P. (2014). Miedos y fobias
en la infancia. Anales de pediatría
continuada. Vol. 12, Nº 5, pp. 264-268.
Valdez, M.; López, R.; Torres, A.; Piña,
M.; González A. y Maya, M. (2010). Los tipos de miedo prevalentes por
generación y por sexo. Revista
electrónica de psicología Iztacala. Vol.13, Nº4. Disponible en: www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psiclin/vol13num4/Vol13No4Art10.pdf
Comentarios
Publicar un comentario