Te quiero como eres



¡Te quiero como eres!

El respeto a la individualidad es un derecho humano, con necesidades, ideas y gustos diferentes. Cada sujeto tiene  una historia que lo hace único.

El  aprender a vivir con las diferencias y relacionarse con ellas, es parte del convivir cotidiano, dado que cada quien tiene una visión del mundo diferente. En una relación de pareja, de padres o de hijos, la aceptación de individualidades lleva a nuevos aprendizajes, lo cual facilita un mejor equilibrio relación al al aceptarlas y aprender nuevas visiones.

Cada quien tiene una forma de ser y de vivir y ante ello,no se puede obligar a nadie a pensar y disfrutar según nuestra visión o gusto: cuando no se respeta, se critica o se burla de los gustos e ideas de otros, se destruye y es posible que ese otro se llegue a sentir imperfecto. 

Aceptar a la otra persona en su individualidad, es quererlo/a por lo que es, por su forma de ser , es respetarlo y ser sinceros y planteárselo que nos gustaría o disgusta, sin chantajes emocionales para manipular. Si muestra conductas o formas de pensar que contrarían, es importante comunicarlo de manera asertiva.

Cuando queremos cumplir las expectativas del otro y nuestra valía depende de cumplirlas o no, nos puede hacer sentir una sensación desagradable que hace que la otra persona asegure nuestra obediencia, sin darnos cuenta que lo que se está atacando es nuestra individualidad. De nosotros depende asumir las expectativas como mandatos. Estamos hablando de comportamientos que no dañen la salud emocional o física de nadie.

Llega a ser muy agotador y frustrante el depender una relación en lo que pedimos si se cumple o no. Eso no tiene que ver con el cariño. "Te quiero a pesar de no querer hacer.....". Imponer sin entender ni negociar traspasa el respeto del otro.

El respeto a la individualidad es una condición importante para cualquier relación. Es aceptar que todos somos diferentes, con diferentes gustos, formas de pensar, actuar y cada quien va a enriquecer nuestra vida con sus diferencias.

No nos tienen que gustar todos los aspectos de todas las personas,pero si debemos respetarlas y entenderlas.

Querer  cambiar al otro es una forma de agresión ya que no se está respetando, es un deseo oculto de querer controlarlo, todos pensamos que sabemos lo que es mejor para el otro.

El continuo dar consejos y sugerencias para cambiar al otro, puede provocar sentimientos de inseguridad y baja autoestima, esperando siempre que le digan qué hacer.

Cuando uno tiene la necesidad de satisfacer al otro se debe al miedo al rechazo y el abandono, a no sentirse querido, teniendo una necesidad de aceptación, busca exageradamente agradar a los demás ya que depende de la aceptación social. Estar consientes de esto nos ayuda a respetarnos a nosotros mismos.
Cada persona es única, la forma de ver la vida varía, la percepción de las situaciones es diferente, se tratar de entender a quiénes nos rodean, su puntos de vista, comprenderla y aceptarla.

"Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que si puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia." (San Francisco de Asís)


 ¡ Si escuchamos las alternativas crecemos juntos...!

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