Las experiencias religiosas en la tercera edad
Las experiencias religiosas pueden ayudar a las
personas de la tercera edad a activar las zonas de recompensa del cerebro y
lograr mayor sensación de bienestar.
Un estudio realizado por la Universidad de Utah, en Estados Unidos
indica que cuando una persona siente un acercamiento a Dios las zonas
cerebrales asociadas con las gratificaciones, como el núcleo accumbens se
activan. Se realizó un monitoreo de la actividad cerebral de 19 personas,
mediante resonancia magnética funcional (IRMf) y se pudo confirmar la
activación de un grupo de estructuras neuronales relacionadas con el deseo, el
placer y el refuerzo positivo.
El equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Utah, en Salt Lake City, en Estados Unidos, indicó que el circuito de
recompensa que se activa con las experiencias religiosas es el mismo que el que
se activa con experiencias relacionadas al sexo, el juego, las drogas y la música.
La investigación fue publicada en la revista Social Neuroscience.
Los investigadores se propusieron determinar cuáles son las redes
neuronales que se activan para representar los sentimientos espirituales y para
lograrlo se eligieron a un grupo de mormones, a quienes se les entrenó entre
1.5 y 2 años para poder identificar su “sentimiento del espíritu” en sí mismos
y enseñarlo a otros. “En la práctica y la teología mormonas, esos sentimientos
tienen gran importancia, ya que son el medio primario para comunicarse con
Dios, una parte fundamental en la toma de decisiones vitales y un refuerzo para
su fe”.
Se realizaron pruebas en las que los participantes eran interrogados
para identificar en una escala el nivel de intensidad en el que “sentían el
espíritu”. Los participantes respondían para determinar si las emociones que
sentían eran similares a las que sentían durante una sesión de culto.
Los participantes indicaron que sentían sensaciones de paz, calor e
incluso algunas personas llegaron a llorar. “Cuando se les indicó que pensaran
en un salvador, en estar con sus familias eternamente y las recompensas
celestiales, sus cerebros y cuerpos dieron una respuesta física”, explicó el
doctor Michael Ferguson, bioingeniero que dirigió el estudio en la Universidad
de Utah.
Los resultados indicaron que los sentimientos espirituales intensos
están asociados con la activación del núcleo accumbens, un grupo de neuronas
esencial para el sistema de recompensa, y también se activa la corteza
prefontral media.
Hasta ahora se había estudiado los efectos de la meditación de las
culturas orientales, pero no se había estudiado los efectos de la oración en la
cultura occidental.
Las personas de la tercera edad, suelen involucrarse en actividades
religiosas para participar en una comunidad y muchos de ellos podrían
manifestar que experimentan una mayor cercanía a Dios.
Fuente: Boletín de
Gerontología Funiber
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