Paz contigo mismo y los demás
Una de las emociones que nos limitan en sentirnos en paz con nosotros
mismos y con la gente que nos rodea es el enojo sin saberlo controlar.
Sentirse enojado es normal, uno tiene el derecho a sentirse enojado ya
que reaccionamos así ante una injusticia o algo que nos molesta, pero se debe
saber canalizar y no herir a nadie. Decir lo que nos molesta o no estamos de
acuerdo para llegar a una solución.
La rabia, ira y el enojo son manifestaciones negativas de nuestra personalidad,
explotar y agredir a los demás es fácil de hacer y nos creemos con el derecho
de hacerlo, decimos cosas de las que nos arrepentimos y no es fácil repararlo.
Estos rasgos son una muestra de inseguridad que habita en nosotros, no
aceptando a todos con sus defectos y virtudes, quien agrede a otro es porque se
siente superior,por inseguridad, frustración, conflictos internos.
Cambiar estos rasgos de carácter no es fácil, hay que trabajarlo y lleva
tiempo, pero tenemos que hacer conciencia de lo que tenemos que cambiar, que el
enojo no me domine, yo lo domino, saber controlar mi reacción ante el
enojo.
Una persona enojona incomoda a los demás, así como el
desprecio hacia su pareja o hijos creando un ambiente familiar de tensión, y el
más afectado es el que se enoja ya que esta comprobado que las emociones
influyen en la salud física. El enemigo de tu hogar es el enojo, no lo dejes
entrar.
El Rey Shlomo en Mishle, Proverbios, también nos habla sobre el
enojo diciendo:
"Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente los controlan". Proverbios 29:11
"El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido". Proverbios 14:18
También en la Epístola de Rambam, Maimonides nos habla sobre el enojo
diciendo:
"Acostúmbrate a hablar todas tus palabras con tranquilidad a toda persona y en todo momento y te salvarás del enojo que es el peor defecto para caer en el pecado."
Algunos tips que nos ayudan a mejorar nuestro carácter:
- Reconocer que eres enojón. Decir en voz alta "Estoy enojado" para que así te alertes y seas consciente. Se trata de dirigir tu enojo no reprimirlo, te puedes enojar pero no lastimar.
- Me responsabilizo de mi enojo, nadie tiene la culpa, tú elegiste tu reacción ante esa conducta, tu actitud y lo que piensas te ha hecho enojar.
- Retírate, contar hasta diez de verdad ayuda. Si contestas con enojo repites el patrón y te contestaran igual, acabas con la autoestima de tu hijo o dañas al que te rodea. Acepta la situación q D te manda. Entrelazar las manos fuertemente detrás de tu espalda ayuda a controlarte. Tus pensamientos son afirmaciones que se repiten formando las creencias que son las que te hacen enojar, cambia las ideas negativas por positivas y te sentirás mejor.
- Suelta tu coraje, sácalo con una actividad física, corriendo, caminando, respira profundo. También puedes escribir desahogándote.
- Analiza las causas de tu enojo, me enojo con A y me desquito con el más débil, si comprendemos donde comenzó el enojo vamos hacia esa dirección y no nos desquitamos, eso es cobardía y prepotencia.
"Si nuestra mente se ve dominada por el enojo, desperdiciaremos la mejor parte del cerebro humano: la sabiduría, la capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal" (Dalai Lama).
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