¿Qué es el ciberbullying?
El ciberbullying o ciberacoso es el uso de los
medios de comunicación digitales para ejercer acoso psicológico entre iguales
mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa,
etc. Implica un acto agresivo e intencionado que es llevado a cabo de manera
repetida, constante y que constituye un delito penal.
El bullying y el ciberbullying tienen en común que
en ambos casos las personas implicadas son menores, pero las causas y las
formas de expresarse son diferentes. Aún así, debemos atender por igual y
haciendo hincapié a las dos formas de agresión ya que los efectos derivados de
estas situaciones son de carácter grave en las víctimas que las padecen.
En el caso
del ciberbullying existe el agravante del anonimato y además la percepción de
poder ser acosado durante las 24 horas del día. Dichos elementos generan mayor
sintomatología en aquellas personas que lo padecen. En el caso del bullying, la
víctima al llegar a su domicilio se siente a salvo de los agresores, sin
embargo, en esta nueva forma de acosar, la víctima está rodeada de elementos
tecnológicos a través de los cuales puede ser agredida de forma continuada.
El ciberacoso puede llevarse a cabo a través de los
siguientes medios: teléfono móvil (whatsapp, llamadas telefónicas, mensajes de
texto…), redes sociales (Facebook, Tuenti, Twitter, Instagram, Badoo…), correo
electrónico, foros, chats, blog, etc.
El acosador
respaldándose en el anonimato que la tecnología le ofrece, puede llegar a creer
que sus actos no tendrán ningún tipo de repercusión sobre él. Los motivos por
los que puede llegar a ejercer ese asedio pueden ser varios: no aceptar un
rechazo, odio, envidia, deseos de venganza, obsesión amorosa, etc. Sumando a
estos hechos que el acoso se produce de forma no directa, ya que no hay un
contacto visual entre acosado y acosador, la empatía o compasión por el otro
desaparece.
Manifestaciones del ciberbullying
Existen diversas
formas de llevar a cabo el acoso a través de los elementos anteriormente
descritos, entre ellas:
- Circular rumores sobre la víctima
- Colgar en la red fotos
comprometidas con el fin de avergonzar a la persona
- Crear perfiles falsos
haciéndose pasar por la víctima
- Enviar mensajes con
amenazas, insultos, etc. de forma que el acecho sea continuo
- Divulgar datos personales
y/o familiares
Todas estas formas
de ciberbullying pueden llegar a darse bien de forma independiente o todas a la
vez, usando diversos medios para que la persona agredida sienta mayor presión
del acosador.
¿Qué hacer en caso de sufrir ciberbullying?
- Solicitar ayuda a algún
adulto de referencia (padres, profesores, etc.)
- No responder a las
provocaciones tratando de mantener la calma, de esta forma no se estimula
al agresor a continuar con el proceso
- Ser educado en la red, no
haciendo lo que no nos gustaría que nos hicieran
- No facilitar datos
personales a fin de protegerse y no resultar vulnerable
- En caso de estar siendo
acosado, guardar las pruebas ya que pueden resultar de ayuda
- Tratar de evitar los lugares
de la web donde se está siendo acosado hasta que la tensión disminuya
- Advertir al acosador de que
está molestándonos con su manera de actuar
- En caso de que el acoso
persista, informar al agresor de que está cometiendo un delito penal
Resulta de vital importancia que
la persona que está siendo agredida pueda manifestar en confianza los hechos de
los que está siendo víctima, ya que es común no expresar el acoso por miedo o
temor a represalias, a que aumente el acoso en sí, a no ser creído, etc. En
caso de no trasladar la situación, las emociones se acrecientan y la sintomatología
se agrava.
Los
padres/madres y docentes frente al ciberbullying
Hoy
en día, la tecnología está al alcance de todos y es por ello que cada vez los
niños y niñas tienen contacto antes con los diversos medios. A la vez que los
nuevos recursos nos ayudan a comunicarnos y estar en continuo contacto, también
nos llevan a padecer situaciones como la que nos ocupa. Por este motivo,
resulta vital que tanto los progenitores como los educadores, mantengan una
atención extra dirigida a la posibilidad de detectar situaciones de peligro
derivadas del uso de la tecnología.
Resulta
positivo como método de prevención, acordar junto con los hijos un uso adecuado
de los teléfonos móviles, los ordenadores, etc., de esta manera se pueden
establecer tiempos para su utilización, dar orientaciones sobre las páginas
seguras para navegar, establecer pautas de funcionamiento adecuado en casos de
sufrir posibles agresiones, etc.
El
ciberbullying es realmente difícil detectarlo, por ello, de cara a poder tener
en cuenta ciertas señales que pueden llegar a emitir nuestros hijos cuando son
víctimas del ciberbullying, destacamos las siguientes:
- Frecuentes cambios de humor
- No querer acudir a clase
- Alteraciones en el
rendimiento académico
- Actuar de forma irascible y
con nerviosismo
- Presentar síntomas de
tristeza y depresión
- Aislamiento social, evitar
tener contacto con amigos y salir de casa
Además de la prevención que los progenitores pueden
llegar a establecer desde casa, es necesaria una intervención en el área
educativa. La formación e información se hace imprescindible para que los
jóvenes de hoy en día conozcan los beneficios y perjuicios de las nuevas
tecnologías, además de asumir recursos para hacer frente a posibles situaciones
de acoso que puedan sufrir.
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