Las emociones en el cuerpo. Enfermedades con una nueva mirada
José tiene 25 años,
es empleado de una empresa de plásticos. Lleva 6 meses con un problema de estómago,
ha acudido a diferentes doctores con diferentes tratamientos pero ninguno ha
podido resolverlo, le han practicado variedad de estudios pero ninguno muestra
la presencia de algún virus o bacteria. Le recomendaron al doctor Méndez,
psiquiatra con subespecialidad en "Medicina psicosomática", el cual
le explicó de qué trata su especialidad y cómo su problema de estómago puede
tener un origen emocional.
Los seres humanos
estamos acostumbrados a enfrentar las enfermedades de una sola manera: tomando
pastillas, tratamientos médicos o con inyecciones y esperando una mejoría rápida;
sin embargo, la medicina psicosomática toma en cuenta la personalidad del
individuo, sus pensamientos, ideas, creencias y sentimientos y de esta manera
comprender a la persona como un conjunto en sus diferentes contextos: psicológico,
físico y social.
Para comenzar, debemos
entender a qué se refiere la palabra "psicosomático", está palabra
tiene origen griego psique: mente (alma) y se refleja en el cuerpo (soma-somático) es la interrelación
entre la mente y el cuerpo, una enfermedad psicosomática se conoce como toda
enfermedad que corresponde a un proceso psíquico
que tiene su influencia en el cuerpo. Es una dolencia física real, que tiene su origen en conflictos
emocionales y psicológico. Para la medicina formal es un tema complicado
porque inciden variables inaccesibles que son difíciles de cuantificar en el método
científico, pero se han encontrado varios cambios físicos al momento de una
situación con influencia emocional, por ejemplo, la subida de la presión ante una situación de nerviosismo, el rubor (ponerse colorado) cuando
uno siente vergüenza, el colon irritado ante una situación de estrés o dolor de
estómago antes de una reunión importante, un individuo que sufre un trastorno de ansiedad con ataques
de pánico puede sufrir,
de manera recurrente, desde mareos hasta colitis, pasando por nauseas y dolor
en el pecho estos síntomas son calificados como enfermedades psicosomáticas al
momento de que después de exámenes médicos, pruebas de laboratorio o de imágenes
no se ha podido concluir la razón del padecimiento.
Por consiguiente,
la medicina psicosomática considera que no sólo importa el síntoma, por el
contrario, se debe considerar primordial lo que cada persona enfrenta día a día:
su desempeño social, relaciones interpersonales, su vida laboral, su desempeño
social, relaciones de pareja, entre otras. Cotidianamente el cuerpo humano es
considerado como "la máquina perfecta", no obstante, es una máquina
inteligente que trabaja de manera integrativa con los pensamientos, emociones y
creencias; algunas veces éstos son disfuncionales y terminan por afectar en
funcionamiento del cuerpo.
Así mismo, el
doctor Matías González, psiquiatra de Red Salud UC, explica
"Sabemos que uno de los principales factores de riesgo para un infarto al
miocardio es el antecedente de trastornos depresivos. Al revés, quienes enferman de cáncer tienen grandes probabilidades de desarrollar
una depresión. Entonces,
resulta incomprensible abordar solo la enfermedad física sin una perspectiva psicosomática”, advierte el especialista.
Además, se han
encontrado cifras importantes como:
estudios realizados en Estados Unidos muestran que cerca del 25 % de
quienes visitan al médico
presentan malestares relacionados con su estado emocional y que hasta el 60 %
de los pacientes con depresión
experimentan síntomas con dolor.
El 30 % de los pacientes con dolor crónico
pueden tener depresión,
incluso que, las personas con enfermedades de alto costo o catastróficas tienen mayor prevalencia de trastornos
emocionales, mentales o conductuales.
Para finalizar,
debemos entender que los seres humanos somos más que sólo cuerpo, lo que
sentimos y lo que pensamos puede que no sea visto físicamente u objetivamente,
pero se refleja directamente en el cuerpo. Podemos callar nuestras palabras
pero no podemos evitar que nuestro cuerpo sea el "espejo" por donde
escapen esas palabras; una solución podría ser aprender a relacionarnos armónicamente
con nuestro cuerpo, conocerlo, cuidarlo y quererlo. Cada enojo, tristeza o
incomodidad que no se expresa regresa y se guarda dentro de nosotros y al final
repercute en nosotros mismos; no debemos olvidar que nuestro cuerpo grita, lo
que la boca calla.
Referencias:
Dr. Matías González, Unidad de Psiquiatría de Enlace y Medicina Psicosomática UC. (2013). Medicina psicosomática: El poder de las emociones. 19/noviembre/2015,
de Red de Salud UC Christus Sitio web: http://redsalud.uc.cl/ucchristus/MS/RevistaSaludUC/MenteSana/medicina-psicosomatica
Marta Miguel . (2006).
Las enfermedades psicosomáticas:
enfermedades invisibles. 19/noviembre/2015, de Clínica de la Ansiedad. Psicólogos en Madrid y Barcelona Sitio web: http://www.clinicadeansiedad.com/02/162/las-enfermedades-psicosomaticas:-enfermedades-invisibles.htm
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