La función de los padres
En la actualidad, época de crisis, de incertidumbres, la función parental es vital para el desarrollo óptimo de los hijos.
Las leyes, han tratado de dar protección al menor; Doltó, psicoanalista francesa señala que los padres están obligados a trasmitir dichas leyes en dos ámbitos:
- Las destinadas a proteger al niño, y que desaparecen a medida que éste va creciendo. Se trata en general de prohibiciones enunciadas en el seno de la familia y sus prolongaciones naturales. (La niñera, la maestra)
- Las que sobrepasan el ámbito de la familia y provienen de la colectividad de la que el niño y su familia forman parte. Por ejemplo, la obligación escolar y la prohibición a robar.
Independientemente de la protección y cuidado hacia los hijos, es importante señalar le modo en el que se implementan las reglas, normas y acuerdos, en primer lugar entre ambos padres para luego implementarlas con los hijos.
La Dra. Doltó nos dice:
No existen padres buenos o malos ni culpables, sino padres responsables que se equivocan, se enjuician y se cuestionan, se comprometen con las situaciones de sus hijos. Ser padre no es una profesión. No basta con formarse o informarse para adquirir competencias de progenitor. Ayuda, pero no es suficiente.
El ser padre, demanda cambios importantes en la propia vida, todo requiere ser reacomodado tanto en lo físico ambiental como en lo psíquico. El o los hijos requieren de un espacio físico y otro afectivo para que tenga las óptimas condiciones para su desarrollo.
Que requiere un hijo:
- Ser bienvenido
- Atención según su edad y necesidades.
- Compañía.
- Cuidado, seguridad y contención
- Presencia de sus padres o de sus cuidadores.
Ser padre, es aprender a utilizar la intuición, poseer la habilidad de confiar en uno mismo y a la vez dudar en ocasiones de lo que se decide. Educar, guiar y proteger al hijo es permitirle ese viaje largo de la extrema dependencia a la autonomía; de la capacidad de juego y creatividad a los logros laborales, de ser un sujeto seguro de sí mismo y con la capacidad de aceptar tanto los fracasos como los éxitos.
Para lograr esas metas, los padres deben de ser congruentes con sus reglas, es enseñar al hijo que toda conducta tiene una consecuencia lógica, negativa o positiva. Hacerle ver que el romper las reglas lleva al castigo y pérdida de privilegios, factores que lo ayudan a ser responsable de sus actos.
Al tener logros, los hijos mejoran su autoestima y concepto de sí mismo, más cuando rompe la regla, aprenden a través de las consecuencias lógicas aversivas, a reflexionar y por ende crecer.
Por ello, toda consecuencia negativa debe de ser cumplida, el quebrantar la regla y no ser sancionado por ello, el hijo aprende a dado que una falta a faltarle el respeto a la autoridad (padres, maestros) y posteriormente a la ley impuesta por el medio social.
En Maayán Hajaim contamos con psicólogos y psiquiatras, línea telefónica de apoyo 5292-5131, área de acompañamiento emocional y Rabinos. Para tu desarrollo personal, también contamos con cursos, talleres y grupos de apoyo.
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