Optimismo: antídoto contra la depresión y el bajo rendimiento


Nos dice el Dr. L. Shapiro en su libro Inteligencia Emocional de los Niños: “el optimismo es algo más que el simple pensamiento positivo. Es un hábito de pensamiento positivo como lo define el diccionario Random House:”una disposición o tendencia a mirar el aspecto más favorable de los acontecimientos y esperar el resultado más favorable”.
Para Martín Seligman, psicólogo citado por el Dr. Shapiro, el optimismo es mucho más que un simple rasgo atractivo de la personalidad. Señala que puede llegar a ser un tipo de inmunización psicológica contra una serie de problemáticas de vida.  A su vez, hace la observación derivada de más de 1000 estudios, los cuales abarcaron a una población entre niños y adultos de 1.000.000 de personas y concluyen que los optimistas tienden menos a la depresión, logran mayores éxitos en la escuela, el trabajo y físicamente por lo tanto estan en mejores condiciones que aquellos pesimistas..

Pensamientos optimistas frente a pensamientos pesimistas

Para estar capacitados y poder enseñar a los hijos los pensamientos optimistas en primer lugar es aprender a saber distinguir entre pensamientos pesimistas y los optimistas por ejemplo: el optimista cree que los acontecimientos positivos y felices se explican a través de cosas que son permanentes o sea que siempre se van a dar a través del tiempo y que son generalizadas o sea que se presentan en diferentes situaciones.  A su vez asume la responsabilidad para lograr que las cosas buenas sucedan. Si ocurre algo negativo o malo, lo considera temporal y específico de esa situación, y es realista si ha si sido él quien ha causado el acontecer negativo.

Por otra parte, el pesimista, piensa de manera opuesta: los sucesos buenos son temporarios, los negativos o malos permanentes; los pensamientos positivos son resultado de la suerte o de circunstancias fortuitas, así los sucesos negativos resultan previsibles y por lo regular se equivoca al asignar culpas: se culpa a sí mismo por todo lo malo que ocurre o a cualquier otro.  Son personas que tienden a convertir un hecho negativo en una catástrofe.  Para el Dr. Seligman, el pesimismo genera lo que él llama:   “epidemia de depresión”.
Para el Dr. Aaron Beck, citado por el Dr Shapiro, la gente deprimida desarrolla un hábito de pensamiento que se centra en un futuro sombrío y que si se les enseña a pensar en forma diferente se logra disminuir la sintomatología depresiva mediante el entrenamiento de la mente lógica sobre la mente emocional.
Enseñar a los hijos a ser optimistas y enfrentar desde ese lugar las vicisitudes que la vida ofrece es permitirles el desarrollo de su inteligencia emocional.
Tips para criar a un niño optimista:

  1. Obsérvese la manera de cómo critica su hijo/a: Para estos investigadores existen formas correctas e incorrectas de criticar por ello señalan que al criticar se debe de ser preciso dado que una censura exagerada produce culpa y vergüenza más allá de lo requerido para lograr un cambio.
  2. 2.-Se debe de desarrollar un estilo explicativo optimista, realista, con lo cual el niño puede reflexionar y modificar su conducta. Ejemplo:

No me está yendo bien en la clase de matemáticas
Comentario negativo:
No eres bueno en matemáticas, ni te molestes en intentar sacar arriba del 6.-
Comentario positivo:
Si estudias más o realizas un proyecto adicional, puedes subir tu calificación.
Comentario negativo:
Las matemáticas son aburridas y los libros no sirven…
Comentario positivo:
Qué tal si buscamos un maestro que te ayude y puedas aprender mejor…
Así de esa manera y poco a poco enseñamos de manera positiva que se pueden resolver las situaciones difíciles desde lo positivo y optimista y no desde lo catastrófico y pesimista.

En Maayán Hajaim contamos con psicólogos y  psiquiatras, línea telefónica de apoyo 5292-5131, área de acompañamiento emocional y Rabinos. Para tu desarrollo personal, también contamos con cursos, talleres y grupos de apoyo.

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