El vínculo entre padres e hijos
Según la Real Academia de la Lengua Española, vínculo significa “unión o atadura de una persona o cosa contra otra”.
Entonces, entendemos que “vínculo afectivo” sería la unión afectiva que tenemos con otra persona, pero he de añadir que es importante resaltar que esa “persona” sería una persona “significativa” para nosotros. Es decir, una persona “importante” para nosotros con la cual hemos tenido algún tipo de relación, y fruto de esta relación y del significado que hemos otorgado a ese “otro significante”, surge la “vinculación afectiva”. (John Bowlby).
Uno de los aspectos fundamentales y de mayor influencia en el desarrollo del niño/a es la calidez y afecto al interior de la relación padres/hijos. Los niños siempre están buscando crear vínculos afectivos con los adultos que los rodean, y es gracias a esos vínculos que logran tener la estabilidad y la confianza en sí mismos que necesitan para aprender. Los seres humanos vivimos en familia y en sociedad, los vínculos afectivos están presentes en prácticamente todo lo que hacemos las personas. Su influencia en los diferentes actos y comportamientos, así como en el desarrollo de los niños(a) es indiscutible.
Estos vínculos son mucho más que la mera relación de parentesco, los vínculos afectivos son una expresión de la unión entre las personas, la unión de los padres con sus hijos e hijas. Una unión irrepetible e imprescindible, ya que este cariño va a estar presente en todas las tareas educativas, fortaleciéndolas, suavizándolas y equilibrándolas.
Además los vínculos seguros en la infancia influyen en la capacidad de tener relaciones sanas en la vida adulta, ya que fortalecen la autoestima, la seguridad y la confianza de las personas. Por el contrario el establecimiento de vínculos afectivos inseguros contribuye a la inseguridad, falta de autoestima y de confianza y por lo tanto puede llevar a relaciones afectivas poco sanas en el futuro.
Para que los pequeños crezcan sanos y se desarrollen es fundamental que se sientan queridos y comprendidos, necesitan sentir que son aceptados por otras personas y que tienen el amor de estas figuras pase lo que pase.
Se dice que la salud mental en niños y adolescentes (también adultos) está condicionada en gran medida por la cantidad y calidad de las relaciones afectivas que como padres hemos sido capaces de construir con nuestros hijos desde la más temprana infancia. No obstante, parece que la sociedad moderna no fomenta ni siquiera valora con la importancia que se merece este hecho.
Hay un primer factor relevante y recurrente en la familia actual: “la falta de tiempo para estar con los hijos”. Muchos padres justifican así el hecho de que no hayan atendido debidamente las necesidades afectivas de sus hijos desde las etapas más tempranas. Las consecuencias, si además se dan otros factores asociados (separaciones, malos tratos, problemas económicos...) pueden ser nefastas para integridad emocional del niño.
BENEFICIOS DE UNOS VÍNCULOS AFECTIVOS SEGUROS Y SANOS:
- Fomentan y mejoran la comunicación familiar.
- Favorece la influencia de los padres en los hijos.
- Aportan confianza, seguridad y fortaleza a los niños.
- Contribuyen a una autoestima sana.
- Se forman unas bases seguras para futuros vínculos.
- Ayudan al desarrollo afectivo, social y cognitivo del niño, y de esta forma contribuyen a un sano desarrollo integral de la persona.
Evidentemente, cada niño es un mundo y así lo es la forma en que cada uno de ellos va a exteriorizar su malestar o desatención afectiva. Sea como fuere, si somos capaces de fortalecer los vínculos afectivos, aún en las situaciones difíciles, conseguiremos minimizar el riesgo de problemas emocionales y de conducta en el futuro.
En Maayán Hajaim contamos con psicólogos y psiquiatras, línea telefónica de apoyo 5292-5131, área de acompañamiento emocional y Rabinos. Para tu desarrollo personal, también contamos con cursos, talleres y grupos de apoyo.
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