Inteligencia Emocional en los niños Parte 1
El Dr. Lawrence E. Shapiro (1), señala que:” para la gran mayoría de los padres es de suma importancia que sus hijos se desenvuelvan seguros, que logren obtener éxito tanto en la escuela como en sus relaciones personales”, para ello, escribe una guía con la cual padres y maestros motivan y promueven el desarrollo de las capacidades emocionales de los mismos.
En primer término enfoca su atención en enseñar la metodología para el desarrollo y conocimiento de las capacidades emocionales. Señala que estas capacidades no las aprende el niño por sí mismo, sino que es importante el enseñarlas. Por ejemplo: el miedo (una de las emociones importantes), protege y enseña a evitar el peligro; la ira ayuda a superar barreras para el logro de metas. La alegría y la felicidad se dan mayormente en la compañía de otros, facilita el sentimiento de pertenencia; la tristeza y el abandono permiten en ocasiones el encuentro con otro/a, que sustituye al ausente.
Para nuestros ancestros, las emociones se adaptaban a las circunstancias, más hoy, con facilidad aparece la ira ante embotellamientos de tránsito, con juegos, con el deporte por la pérdida del equipo de futbol favorito y otros, avatares nos dice el autor, en los cuales, no se toma una pistola y se agrede al otro, y sugiere por ello, la importancia de la enseñanza tanto de las capacidades emocionales como de las sociales.
El autor señala, que en la medida que se promueva la educación emocional de los niños se incide en la química cerebral, y se les enseña la manera de controlar ellos mismos su funcionamiento cerebral, situación que lleva a reflexionar acerca de que las emociones tienen su equivalente en reacciones químicas cerebrales: si se come chocolate, se siente gusto, agrado, placer puesto que, el cerebro libera sustancias como las serotoninas y las endorfinas, causantes del sentido de bienestar, o el alcohol que desinhibe a la persona modificando su comportamiento.
La serotonina, es un neurotransmisor productor de muchas de las emociones, es una sustancia que ayuda a la trasmisión de aquellos mensajes emocionales a partes del cuerpo. Este neurotransmisor se puede producir mediante el ejercicio, una dieta adecuada, horas de sueño apropiadas para cada niño o adulto. En los niños influye en su temperatura corporal, presión sanguínea, digestión, sueño y otros. Les permite enfrentar estrés al inhibir una sobrecarga en el nivel cerebral y lo más importante ayuda a disminuir la agresión y la impulsividad.
Para algunos investigadores, el sonreír es una manera de obtener serotonina, por lo cual el enseñar a los niños la importancia del reír, de jugar, de auto controlarse es de vital importancia.
El aprender a interpretar las señales no verbales como: expresiones faciales, gestos, posturas, ayudan al niño al desarrollo de sus capacidades emocionales, dado que la comunicación emocional se trasmite por esta vía de expresión: la no verbal. Al poder comprender, los sentimientos del otro y reaccionar en la manera apropiada, es el camino para disminuir uno de los problemas que hoy, tanto en lo educativo como en el campo de lo psicológico preocupa: el bulling.
Shapiro Lawrence E., "La Inteligencia Emocional de los niños", Una guía para padres y maestros, Ed. Grupo Zeta, Bilbao, 2000.
En Maayán Hajaim contamos con psicólogos y psiquiatras, línea telefónica de apoyo 5292-5131, área de acompañamiento emocional y Rabinos. Para tu desarrollo personal, también contamos con cursos, talleres y grupos de apoyo.
Comentarios
Publicar un comentario