Intimidad emocional en el matrimonio
En el inicio de la convivencia marital en la gran mayoría de las parejas, es cuando empiezan a darse cuenta de que el vivir de manera cotidiana en un mismo hogar requiere de de una base real que nada tiene que ver con ilusiones, fantasías y buenas intenciones para poder llevar a buen término el proceso iniciado al contraer nupcias.
Al inicio de cualquier relación las expectativas y las buenas intenciones no son la mejor base para poder enfrentar a dos formas distintas de vivir, de pensar, de actuar, de sentir y de tomar decisiones bajo un mismo techo, factores que influyen en convertir la convivencia en algo complejo.
Al inicio de la relación, no existe el pensamiento de que en algún momento y en algún día se podrán encontrar en una situación de informidad y malestar. Situación que en muchas ocasiones puede llevar a la pareja a la desilusión o a situaciones severas de depresión.
Jeisel Muñoz Gómez, Comunicóloga señala:
“Podemos definir la intimidad emocional como una sensación de estar conectados profundamente. Es saber llegar a conocer el corazón de la pareja, lo que piensa, siente y desea de sí mismo y de la relación, aunque no a la perfección, pero sí en un sentido amplio. Al conocer esto, todas aquellas diferencias son sobrellevadas con comprensión hacia la pareja.
Por el contrario, podemos definir a la falta de intimidad emocional como estar físicamente juntos pero con los corazones separados. Es decir, “divorcio emocional”. La falta de habilidad para llegar a conocer el corazón de la pareja, la escasa comunicación y el no saber resolver conflictos, provoca poco entendimiento del otro, una sensación de vacío de amor y un progresivo distanciamiento, a pesar de habitar juntos.”
Cuando la pareja se divorcia llega a la conclusión que la falta de una adecuada comunicación asertiva fue una de las casales más importantes para el rompimiento de la relación.
Sugerencias para una comunicación asertiva afectiva en la pareja:
- Hacer una petición que una demanda: Pedir muestra respeto por el otro y mejora la comunicación: “-¿puedes apagar la tele cuando hablamos? A ¡quiero que apagues la tele mientras hablamos!”
- Preguntar en vez de acusar. Acusar genera defensa: ¿me escuchas? A ¡de nuevo no me estás escuchando!
- Criticar al otro, es hablar de lo que hace, no de lo que es. Etiquetar al otro no ayuda, sino refuerza la conducta inadecuada o difícil: “Eres un irresponsable, no pagaste la luz” a” De nuevo no olvidaste pagar la luz”.
- Aprender a comunicar las emociones negativas, dado que si si no hace conduce a la hostilidad que destruye.
- Evitar las generalizaciones. Los términos “siempre y “nunca” raras veces sonciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: “últimamente te veo algo ausente” que “siempre estás en las nubes”.
- La comunicación verbal debe de ir acorde con la no verbal. Decir “ya sabes que te quiero” con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho nada.
- Expresar sentimientos negativos: es necesario que una pareja comunique sus sentimientos de tristeza, enojo, malestar, frustración, etc., pero haciéndolo de una manera asertiva, para no terminar, como ocurre con frecuencia, en peleas y acusaciones. Para ello se sugiere:
- hablar el tema conflictivo de una forma muy directa, sin “sobreentendidos”
- expresarlo en el momento y no cuando ya ha pasado el tiempo y el otro no sabe
- de qué le estamos hablando
- expresarlo de forma activa, no como víctimas (“yo me siento..” en vez de “tú me
- haces sentir…”)
- describir nuestra propia conducta y la del otro sin acusar. “Mientras yo lavo, tú te
- pones a ver la tele y eso me parece injusto”, en vez de “eres un descarado, me tienes
- como una esclava a tu servicio”.
- Empatizar: desgraciadamente, esta es una de las conductas que menos aparecen en las parejas: la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ver los problemas desde su punto de vista.
En Maayán Hajaim te escuchamos. Contamos con una línea de ayuda y apoyo emocional telefónico. La atención es profesional, totalmente anónima y confidencial. Tel. 52 92 51 31
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