Duelo migratorio
En la actualidad con la globalización es cada vez más frecuente ver como las personas se movilizan de un país a otro, hay migraciones por razones profesionales, económicas y políticas. El proceso migratorio es demanda ajustes psicológicos y socioculturales fuertes, que llevan a la persona a vivir una tensión constante por el esfuerzo de adaptarse y por la sobrecarga de manejarse de manera diferente ante las exigencias de una sociedad nueva.
La adaptación a una cultura diferente exige un cambio psicológico, el aprendizaje de valores, costumbres, normas sociales y el desarrollo de habilidades sociales para adecuarse y ser aceptado en otro país.
El duelo es un proceso de adaptación y reorganización que vive la persona ante la pérdida de algo o alguien importante, en general las etapas del duelo son la negación, angustia e ira, el dolor agudo y la aceptación de la pérdida.
Duelo migratorio
La migración implica una gran cantidad de pérdidas, cada persona lo vive de manera distinta. En ella influyen la personalidad, la experiencia, los recursos con que cada quien cuenta, las redes sociales de apoyo (familiares, amigos e instituciones), el nivel de integración a la sociedad, las condiciones y el nivel de vida dejado en su país, las razones por las que se emigró y los afectos que se dejaron atrás.Las situaciones que más estresan a los inmigrantes son: la soledad, la sensación de fracaso ante el proceso migratorio, la lucha por la supervivencia y el miedo ante peligros en el proceso migratorio como la detención y expulsión en (algunos casos).
Características del duelo migratorio
El duelo migratorio es un duelo parcial porque existe la posibilidad de reencuentro con el país y la cultura. El inmigrante tiene pérdidas de todo tipo y más que una pérdida definitiva, su exilio es una separación y por eso es un duelo recurrente, siempre se está reabriendo por el contacto telefónico por internet, por los viajes, por la visita de los familiares.
Por otro lado, es un duelo múltiple se pierden muchas cosas valiosas e importantes: familia y amigos, el idioma, la cultura, la tierra, el nivel social, el temor al fracaso de la migración y la incertidumbre de no saber si algún día se podrá regresar.
Al mismo tiempo de ser un duelo múltiple, el duelo del inmigrante es ambivalente, la persona está entre dos culturas, a veces dos idiomas, entre dos lugares, puede estar entre dos familias, entre la estima y el rechazo, entre lo definitivo y lo transitorio, entre el derecho y el deber y entre el éxito y el fracaso. Esta situación afecta la definición de identidad que hasta el momento tenía la persona, los criterios que la definían se hacen cada vez mas vagos y es más difícil saber quien se es y de donde.
Finalmente el duelo migratorio puede ser también un duelo transgeneracional, pues se transmite a los descendientes esa desazón y falta de identidad, los hijos de los inmigrantes no sienten una clara pertenencia, -especialmente cuando las diferencias culturales y raciales son muy marcadas- pues no son ni de aquí ni de allá. Además, así como los padres elaboran sus duelos, los hijos aprenden a elaborar los suyos. Si los padres tienen pocos recursos y el duelo no se elabora adecuadamente, es difícil que los hijos aprendan a superar la situación de una forma distinta.
Fortalezas de los inmigrantes
Las personas que emigran y logran adaptarse a un nuevo contexto sociocultural desarrollan habilidades y fortalezas que no tienen sus semejantes que se quedaron en el país de origen:
- Se ha encontrado en diversos estudios que los inmigrantes que logran adaptarse satisfactoriamente al país de acogida, desarrollan mayores habilidades y recursos que sus paisanos en el país de origen.
- Desarrollan mayor flexibilidad y capacidad de adaptación ante los retos de la vida.
- Enriquecen su visión del mundo y su bagaje cultural.
La migración produce una transformación del mundo de la persona, y los cambios que implica suponen estar expuestos a varias experiencias estresantes y de afección personal que influyen en ella. Sin embargo, la migración también constituye una oportunidad de desarrollo donde se pueden utilizar los recursos adquiridos en la vida y los apoyos que ofrecen las redes sociales y, a pesar de las dificultades, vivir esta experiencia de una manera enriquecedora y salir fortalecidos por las situaciones que se tuvieron que enfrentar.
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