Conflictos de pareja
El Dr. H.H. Cáceres, originario de Chile, consejero familiar en los Estados Unidos, recomienda de manera coloquial lo siguiente: “Muchachos, antes de fijarse en una dama y tomarla por esposa, deberán tener en cuenta lo siguiente: Su religión, estatus económico, Estatus social, Educación, Su salud, Sus amigos y familia. Si están de acuerdo en todo, adelante, en caso contrario puedes salir huyendo”…
Este profesional da este consejo por las siguientes razones y señala las principales causales de conflicto en la pareja, los cuales pueden llevar a la separación y divorcio y son:
- Creencia/valores: Son personales, al convivir con otra persona que no piensa exactamente igual, puede llegar a choques y provocar conflictos. Agrego, a menos de que se logre una comunicación abierta y se llegue a la negociación satisfactoria para ambos.
- Expresión de sentimientos y emociones: Tanto el dar como el recibir afecto es algo que al principio de la relación resulta fácil ya que el enamoramiento y el deseo provocan la necesidad de entregarse al otro. Esta necesidad de dar, con el tiempo de convivencia, va menguando y en algunas ocasiones el afecto cae en el olvido. Es muy importante evitar que esto pase ya que las relaciones de pareja se alimentan, en gran parte, de este afecto que hay, por lo que es importante ir demostrando a diario para que la relación se nutra y no se marchite.
- La comunicación: Es el canal a través del cual los dos miembros de la pareja se expresan entre sí. Es importante fomentar e ir construyendo un dialogo tranquilo y agradable intentando evitar la agresividad, la ira, la ironía y la ofensa que únicamente llevan a tensiones, depresiones y conflictos.
- La flexibilidad y la empatía: A través de ello la pareja puede entender, aprender y nutrirse el uno del otro. Sobre todo cuando se da algún tipo de cambio ya que aun puede temer a todo aquello que se desconoce, los cambios son los que dan calidad y hacen madurar la relación siempre y cuando se pueden superar sin dejar cosas pendientes.
- Equilibrio de poder en la pareja: “Un matrimonio es feliz, cuando alguno de los dos manda”, es uno de los mitos acerca de la pareja, más el desequilibrio o el exceso de control, por parte de uno de los dos miembros puede destruir o invadir el espacio personal de la otra persona llevando a graves conflictos que pueden acabar con la relación ya que la pareja se puede sentir controlada por el otro individuo. Dentro de este espacio personal de cada persona también se contemplan las amistades, y los sistemas de comunicación como: el teléfono o el correo electrónico, etc., que hay que respetar ya que forman parte del espacio vital de socialización y desarrollo de cada individuo.
- La cooperación por parte de los dos miembros de la pareja: Es fundamental para que la relación sea equilibrada. En muchas ocasiones, los conflictos de pareja provienen de la falta de cooperación por parte de los miembros que configuran la relación, sobre todo en aquellos temas relacionados con las tareas domesticas y cuidado de los hijos, que en muchos casos acaban en reproches, frustraciones o insultos.
- La confianza: El hecho de pensar continuamente con lo que puede estar haciendo la otra persona puede ocasionar inseguridad, angustia en incluso depresión si no se evita. Estos son los principales factores por los que muchas relaciones de pareja entran en conflicto. Es preciso tener presentes que cada relación es diferente. Es importante tomar en consideración y estar conscientes de que la pareja se integra con personas diferentes y es probable que aparte de estos factores que hemos nombrado existan otros muchos que puedan ocasionar crisis en la relación.
El profesional sugiere que para resolver un conflicto es importante:
- Pensar de manera positiva para enfrentar la situación antes de hablar.
- Ambas partes necesitan estar de acuerdo en que deben haber reglas básicas:
- No interrumpir, saber escuchar el reclamo ola proposición del otro.
- No insultar, si el enojo se desborda alejarse y tratar el problema en otro momento. t
- Hablar por si mis@, no por la otra persona.
- No gritar.
- Iniciar el dialogo dando cada quien su punto de vista de la situación, utilizando oraciones con la palabra “Yo”(Yo hice, yo creo, yo me siento, etc).
- Construir acuerdos.
- Plantear sugerencias y listas de soluciones posibles.
Déjanos tus dudas, preguntas o comentarios y con gusto las responderemos.
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