Ayudandole a nuestros hijos a reconocer sus emociones
Todos recordamos el clásico cuento de Blanca nieves, cuando la Reina preguntaba cada mañana a su espejo: Espejito, espejito mágico, ¿quién es en la Tierra la más bella de todas? Y él contestaba: Tú, mi reina, eres la más bella de todas.
Algo parecido a esto sucede con nuestros hijos, cada día buscan en nosotros su identidad, quienes son y que se espera de ellos. Necesitan que les reflejemos de alguna manera lo que sienten y piensan porque solo así les ayudaremos a conocerse, a relacionarse mejor con su entorno y a canalizar lo mejor posible su mundo emocional.
Reflejar las emociones como un espejo
Cuando un niño se cae el suelo y llora necesita sentir libertad para llorar porque aunque no se haya hecho daño, no necesita oír comentarios como ¡no pasa nada!, ¡no llores que no te ha salido sangre!, ¡que torpe estas!, ¡ten más cuidado para la próxima!, ¡eso te pasa por no darme la mano!
Es posible que no haya motivos para llorar porque aparentemente no se ha hecho nada, pero seguramente, haya sentido vergüenza o miedo y por lo tanto, los adultos tenemos que estar para ayudarla a superar ese momento de desconcierto y no para reprocharle su reacción.
En momentos de tensión no hay nada tan reconfortante como una persona que te escucha y te comprende con frases como:
- Que golpe te has dado, ya sabes que al principio duele mucho pero luego se va pasando…
- Ven que te abrazo hasta que se te pase el susto…
- Llora hasta que se te pase, ya verás que luego te sientes mejor…
- Cuando consigas tranquilizarte, verás cómo lo ves todo más fácil…
- ¡Es normal que te sientas enojado por…!
Comunicación afectuosa
Cuando un niño está asustado porque le han visto caer al suelo o simplemente está enfadado con la figura de apego por no conseguir lo que quiere, más que sermones, largas explicaciones o consejos de lo que tenía que haber hecho necesita alguien que le ayude a entender qué le pasa, por qué se siente frustrado y como puede salir de ese callejón sin salida.
Para llegar a nuestros hijos y poder conectar con ellos con el fin de estar a su lado en los momentos que más lo necesiten, es conveniente desarrollar una comunicación afectuosa de comprensión y cariño que nos permita escuchar de forma activa su mundo interior, es decir, ver más allá de la mera conducta y observar las emociones que están dirigiéndoles, para que ellos los reconozcan y así se responsabilicen de sus actos.
- Entiendo que estabas muy enojado, pero como no te has controlado, has golpeado el juguete contra el suelo y se ha roto, ¿qué crees que puedes hacer la próxima vez que te sientas así de enojado? Y ahora que has conseguido tranquilizarte, ¿qué crees que debes hacer para reponer el juguete que has roto?
Leticia Garcés Pedagoga, España.
En Maayán Hajaim te escuchamos. Contamos con una línea de ayuda y apoyo emocional telefónico. La atención es profesional, totalmente anónima y confidencial. Tel. 52 92 51 31 Déjanos tus dudas, preguntas o comentarios y con gusto las responderemos.
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