Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma
Muchas de las personas que acuden a consulta quieren cambiar su situación de malestar permanente, sin modificarse a sí mismas. Gran parte de la resistencia inicial a la psicoterapia que presentan estas personas tiene que ver con el miedo a aceptar lo que realmente les sucede. Algo curioso, porque la mayoría de los cambios acertados pasan por reconocer con precisión el punto de partida. Demasiadas personas sobrevaloran lo que no son e infravaloran lo que son. Parte de su dolor se produce, por la forma en la que se autoevalúan. A su vez, piensan que el dolor puede convertirnos en personas susceptibles y beligerantes. Nuestras interpretaciones ligadas a nuestras reacciones emocionales son las que nos llevan a sufrir y a entrar en conflicto con nosotros mismos. En última instancia nosotros somos los causantes o al menos los “cómplices” de nuestro propio daño. Elegir o tomar una actitud de resistencia, impedirá que en muchas ocasiones comprendamos que la causa del sufrimiento no